Gente bonita ♥.

martes, 26 de septiembre de 2017

Un momento en la vida

Llega un momento en la vida (tarde o temprano) en el que sólo te importan las cosas que contribuyen en tu vida. Comienzas a tener más tiempo para hacer tus cosas y a disfrutar más de las cosas simples o bien te organizas para dejar ratitos de no hacer nada porque aprendiste a aceptar que necesitas un tiempo para ti mismo.
Te vuelves un poco más fuerte y quizás egoísta al dejar de preocuparte tanto por el otro, ya no te sientes culpable cuando no haces, dices o no sientes algo que querían escuchar o ver y dejas de jugar sus jueguitos, los que siempre jugabas por miedo a que se enojaran o no encajaras con ellos.
Te alejas de amistades que siempre supiste que eran tóxicas pero te daba miedo admitir que te hacían mal. 
Comienzas a sonreír mucho más, a apreciar las pequeñas cosas, a no tener miedo de soltar, de alejarse.
Agradeces el doble de lo que lo hacías antes, comprendes de corazón lo que es la gratitud.
No lamentas caídas, errores, pérdidas, malas decisiones, ni siquiera las discusiones porque aceptaste que todo sucede por una razón y que siempre después de eso viene algo bueno o mejor.
Comienzas viendo la vida con otros ojos, ves más amor que maldad en las personas y te duele el doble darte cuenta de que existen malas acciones y gente que se mueve por el odio (no amor), la envidia y los celos.
Te levantas del suelo con otra perspectiva de la vida, agradeces el haberte roto las rodillas porque le agarraste el gustito a aprender a porrazos.
Te prometes no hacer nada en vano y siempre en pro de tu amor propio.
Dejas de ponerle atención a ciertas cosas que antes te quitaban el sueño.
Comprendes que quien te quiera tener en su vida siempre hará cosas por mantenerte en ella.
Te das cuenta que agradecer y amar es más de lo que se muestra comunmente de la boca hacia afuera y que quien no te perdona el primer error no es alguien que te merece y quisieras tener en tu vida.
Comprendes el verdadero significado de "callarse las cosas para uno mismo, mientras funcionan" y las aprecias sólo para ti y las comentas sólo cuando algo en ti te dice que lo hagas.
Ya no te ofendes por cosas tan vanas como una mirada fea en la calle, una burla o insulto que "es en buena onda o con respeto" porque ya sabes quienes son los que te respetan y quienes sólo quieren ver dolor a su alrededor.
Valoras el triple a los que tienes a tu derecha, mientras que a los demás sólo les deseas lo mejor.
Retiras de tu vocabulario la palabra "odio" y si la ocupas nunca te refieres a como si tú lo sintieras.
Te sientes bien y liberado cuando alguien se va de tu vida.
Comienzas a querer a gente que nunca pensaste, por el simple hecho de que fuiste capaz de ver más allá de su apariencia física.
Pierdes el miedo a querer/amar y a sufrir porque entiendes que es parte de la vida.
Te atreves a aceptar y a admitir tus limitaciones porque quitaste de tu mentalidad la estúpida idea de ser perfecta/o y llena/o de expectativas superficiales.
Comienzas a cambiar tus lecturas, gustos de recreación y buscas netamente tu bienestar en cosas que van más allá de lo común y vano.
Ya no tienes miedo de mostrarte tal cual eres y tampoco tienes miedo de que no te acepten porque se aceptó la persona más importante de tu vida, TÚ  .

No hay comentarios: